Página Central | Gaby Bárcenas – La Confederación Nacional de Cámaras Industriales región Bajío (Concamin Bajío) con apoyo de la sociedad civil, enviaron 55 toneladas de ayuda humanitaria, entre ellas 3 mil despensas empaquetadas y otras tres mil a granel, para los afectados de Acapulco por el paso del huracán Otis.
Como parte de una iniciativa de este organismo industrial, este miércoles salieron rumbo a Acapulco dos camiones tipo torton y un tráiler, con víveres y despensas para habitantes de comunidades de la zona de Acapulco que de un día para otro lo perdieron todo.
La directora de la Concamin Bajío, Guadalupe Martínez, agradeció la generosidad de colaboradores de empresas, instituciones educativas y empresariado de la confederación, que se sumaron a esta gran causa.
Fue un apoyo enorme e invaluable de todos quienes integran la Concamin Bajío, además de la suma de la sociedad civil, porque también llegó apoyo externo”, dijo.
Destacó la participación y el interés de las cámaras y asociaciones que conforman esta confederación, como la Cámara de la Industria del Calzado del Estado de Guanajuato (Ciceg), la Cámara Nacional de Desarrolladores de Vivienda (Canadevi) y de la Cámara de la Curtiduría (Cicur), pues mucho de lo acopiado fue gracias a estos sectores.
Otros más apoyaron desde sus organismos nacionales para enviar la ayuda humanitaria para nuestros hermanos de Acapulco.
Tenemos el ejemplo de un grupo de meseros, ellos se organizaron y nos trajeron artículos de limpieza y comida; no hay palabras para agradecer la respuesta tan maravillosa que hemos tenido”, destacó.
Se envió agua embotellada, despensas con productos e insumos básicos, suero, ropa, zapatos, medicina, kits de higiene personal, utensilios de limpieza.
Así como toallas sanitarias, colchones, cobijas, sábanas, miel y croquetas para perro, entro otros productos.
“Este gesto demuestra una vez más que en los tiempos difíciles nos une la empatía y las ganas de ayudar a quienes más lo necesitan”, precisó.
Lo reunido llegará directamente a familias de escasos recursos, sin intermediarios.
El transporte llegará a la iglesia Cristo Rey de Acapulco, y ahí los camiones y el tráiler, será descargado por la misma gente que requiere de alimento y enseres domésticos para continuar en su día a día.